CSI conejos. (1ª parte)

Alicante, 21:32 del viernes 4 de abril de 2008.

MJ estaba recogiendo tranquilamente los restos de la cena cuando se llevó una desagradable sorpresa:

–¿Qué es esto? –se lamentó MJ.

Una enorme meada apareció al lado del esquinero de los conejos.

–¿Quién será el culpable? –Se preguntó MJ–. Es necesario llamar al CSI Conejos.

Con la diligencia propia del cuerpo, aparecieron Juan Grisóm, Áureo Guarric y María Willow Buffy de todos los Santos. A los pocos minutos, tomaron la escena del crimen.

–¿Qué opinas Grisóm? –preguntó Willow mientras hacía un pequeño conjuro para buscarle novia a Guarric.

–Opino que hay un conejo al que le tendremos que explicar para qué sirve un esquinero.

–¡Aaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhh!

–¿Qué ha sido eso? –preguntó Guarric.

–Es la sintonía –explicó Grisóm–. Quedaros quietos mientras no estamos en plano.

Who are you?
Who, who, who, who?
Who are you?
Who, who, who, who?
Who are you?
Who, who, who, who?

….

Oh, I really wanna know
(Who?)
Come on tell me, who are you, you, you, oh, you?

–Es larga la sintonía –comentó Willow mientras se morreaba con MJ.

–Tranquila María, venderemos muchos CDs –comentó Grisóm poniéndose morado con el espectáculo.

–Creo que voy a empezar a procesar el escenario –informó Guarric intentando no mirar. – Parece que este pis es gravitacional. Probablemente de una hembra.

–Podría ser, pero como soy el prota y pongo pasta para que se haga esta serie, –se chuleó Grisóm– digo que los conejos machos pueden hacer pis gravitacional porque existen dos especies, el calorro de la melena al viento y la pelusa independizada, que realizan meadas con este aspecto.

–Deberemos hablar con los sospechosos –propuso Willow con muérdago en la mano.

–Yo me encargo –dijo Guarric.

–Willow, lleva el pis a rastros y realiza una simulación informatizada en Linux, que nos sale más barato –ordenó Grisóm.

–Como se nota que este hombre no moja –pensó Willow mientras cumplía las órdenes.


Salón de la casa. 22:25.

–Así que usted es la única hembra que hay en la casa –presumió Guarric.

–… –comentó Pícara con cara de conejo.

–No hablar no la beneficia en nada –amenazó Guarric.

–Necesitamos un intérprete –propuso Grisóm–. Casualmente yo hice un curso con CCC. Enseguida se lo traduzco.

–Yo no soy la única hembra –se quejó Pícara–. Hay una recién llegada con nombre de meona. Se llama Kaiserina. Desde que ella está aquí las cosas han cambiado.

–¿En qué sentido han cambiado?

–Nos hacen mucho menos caso y se pasean al bicho ese por encima suyo. Estoy completamente segura que esa pérfida rata es la culpable de la meada que investigan.

–¿Tiene alguna coartada?

–Estaba con Onyx en el balcón comiéndonos la cesta de mimbre y pasando de todo.

–No salga del balcón. Podemos necesitarla.

–No me dejan salir a otro sitio. Estoy secuestrada.

–¿Qué opinas Grisóm? –preguntó Guarric aparte.

–Creo que estas conejas se comportan como gatas en celo.

Suena la melodía Macho, macho man en el móvil de Grisóm.

–¿Sí?

–Tengo noticias, Grisóm.

–Desembucha, Willow.

–He pasado el pis por rastros.

–¿Y?

–Es pis de conejo.

–Bueno, al menos sabemos que no han sido los dueños.

¿Quién será el culpable? Próximo episodio próximamente en un momento próximo a esta proximidad.