Hasta siempre mi pequeño...

Como algunos sabéis Danko nos dejó el pasado viernes.

La verdad no se que voy a escribir por que son unos sentimientos demasiado intensos para tratar de resumirlos en unas simples palabras. Algunos, cuando leáis esto pensareis: "Vaya tontería. ¡Cómo se pone por un simple conejo". Pues bien a esos tengo yo que decirles que será una tontería pero es mi tontería y es mi conejo y yo lo quería mucho y por eso me afecta.

Danko no era una mascota nada más, era una parte de mi recién estrenada "familia" o "vida familiar" mejor dicho. Era el más salao de los tres cones, al que más ilusión le hacia que le dieras algo de comer y al que menos le gustaba que lo abrazaras y achucharas, pues te jugabas quedar lleno de arañazos , pero aún así yo lo cogía en brazos e intentaba darle un besito en esa nariz tan grande e inquieta que tenía.

Pero debajo de esa figura tan grande y bonachona se escondía un secreto, que lo hacía realmente el mas débil de los tres, que fue lo que acabó con él y este secreto es el responsable de que vayamos a pasar las Navidades más tristes de nuestras vidas.

Uno de los riñones de Danko no estaba completamente desarrollado, lo que le provocó que en el otro fuera haciéndose unos extraños cálculos renales que poco a poco fueron minando su resistencia hasta que al final no pudo resistir más.

¿De quién es la culpa? Pues seguramente de los propios criadores de conejos ya que según he leído en los foros, muchos conejos belier son bastante propensos a tener enfermedades extrañas, enfermedades genéticas más bien, ya que seguramente Danko y sus progenitores tendrían un parentesco mucho más cercano que simples padre y madre.

Todo esto se derivó en que yo dijera que Danko era un pupas, ya que cuando no le pasaba una cosa era otro el problema que tenía. Maloclusión dental, una úlcera en una cornea, son algunas de las "enfermedades" que tuvo mientras estuvo con nosotros. Pensaba que era un pupas y realmente era un superviviente.

Pero ahora que no está, cruel destino, quiero hacerle un homenaje a mi peluche, mi bebe gordete, mi Dankichu, mi precioso... mi conejito lindo, tenía tantos nombres cariñosos, tantas maneras de llamarle... a él le gustaban todas ya que sabía cuando le estabas hablando y te hacía caso, todo por un panete, eso sí, pero te escuchaba, te hacia la carantoña o la cucamona y sonreías y eras feliz de ver lo contento que se ponía por que le dieras un simple trozo de pan duro.

Cuántas veces le habré visto limpiarse las patitas, la carita y las orejitas, tumbarse en el suelo, quedarse dormido hecho una bolita, levantar la colita de algodón para hacer un pipi, ponerse de pié para que le diera algo de comer, subirse al sofá reclamando mimos, darle la piel del tomate rayado (que le encantaba)... y siempre nos decíamos entre nosotros mientras lo señalábamos: "Mira, mira" como si fuera la primera vez que lo hacía, y nunca nos cansábamos a pesar de que lo hubiéramos visto más de 100 veces.

La verdad es que nos hemos gastado muchísimo dinero en él y nos ha dado muchísimos quehaceres pero si os digo la verdad volvería a gastarme ese dinero 1.000 veces o más y le dedicaría el resto de mi tiempo libre solo por volver a pasar una tarde jugando con él de nuevo, mirando su nariz juguetona que nunca se paraba, dándole golosinas, peinándolo y mimándolo como se que se merecía por que mi Danko era mucho mas que una mascota, mucho más que un juguete y mucho más que un colega... era como un pequeño hijo para mí.

Pensareis que es una chorrada, pero como ya he dicho anteriormente es mi chorrada y el resto ya lo sabéis.

Hasta siempre mi Dankichu. Siempre estarás vivo en nuestros corazones, en las miles de fotos y vídeos que te hicimos desde que te adoptamos, y sobre todo, gracias a internet siempre vivirás en éste blog y en el Youtube.

Próximamente haré una selección de las mejores fotos de Danko y las subiré en el siguiente post. El se lo merece y es una pena que haya tenido que irse para recordármelo.