Sentado sobre la tierra contemplo perezosamente como pasa el tiempo, el ir y venir de las personas, el amanecer y el anochecer, el crecimiento de las plantas...
Cosas sin importancia, pensareis algunos, pero para alguien como yo, descendiente de una larga estirpe de fieros guerreros, es algo de lo que pocas veces puedo disfrutar ya que continuamente me veo enzarzado en multitud de aventuras y raramente puedo disfrutar de unos instantes de paz.
Así pues mientras acaricio mi luenga barba y reviso el filo de mi hacha rememoro mis orígenes y pongo en orden mis pensamientos.
Nací en el campo donde crecí hasta que mi abuelo y mi primo mayor decidieron que ya era lo suficiente mayor para recorrer el mundo junto a ellos. Ellos me enseñaron todo lo que sé sobre la batalla y juntos vivimos muchas aventuras, siempre bajo la tutela y el cuidado de mi abuelo. Fueron unos días felices que se truncaron por la aparición de unos tratantes de esclavos que me separaron una noche de mis familiares.
Durante unos días estuve encerrado en una jaula con más gente de mi especie hasta que llegaron un día mis actuales amos y me adquirieron. Con ellos vivo actualmente y me tratan bien pero añoro a mis familiares y buscar nuevas aventuras juntos. Sé que algún día les encontraré pero de momento continuaré entrenando y ejercitándome para volverme más y más poderoso.
¿Cómo decís? ¿Un enano? Que no os despiste mi forma masculina de hablar, adquirida después de muchas aventuras junto a mi rudo abuelo y mi primo, ni tampoco mi barba pues, a pesar de tenerla soy una hembra. Habéis acertado la raza pero solo a medias, si que soy una enana pero también soy...
Una coneja guerrera.
lunes, junio 12, 2006
Kuroko Conejo de Batalla
Etiquetas:
Aventuras
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3 comentarios:
SOOOOOOOO COOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL
Joder solo un comentario...
Que gente más Rancia
A la parrilla sabe mejor...
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